2 cucharadas de aceite de oliva
2 cebollas, en rodajas finas
1 sobre de 35 g de sopa de cebolla francesa
3 tazas de harina de fuerza
2 tazas de crema de leche
1/4 de taza de harina blanca de fuerza,
extra leche, para lustrar
Para 1 hogaza
Pinte una bandeja de horno con aceite. Precaliente el horno a 180ª C. Caliente el aceite en una sartén y sofría la cebolla
a fuego bajo durante 20 minutos, o hasta que esté muy blanda y algo dorada; remueva frecuentemente.
Escúrrala sobre papel absorbente y déjela enfriar. Mezcle en un cuenco grande la harina tamizada, la sopa y la mitad de
la cebolla; remueva y haga un huyo en el centro.
Incorpore de una vez la crema de leche; remueva con rapidez, hasta obtener una masa fina y pegajosa. Pásela a una superficie
enharinada y enharine sus manos y la masa.
Añada suave y rápidamente la harina necesaria para formar una bola homogénea. Póngala sobre la bandeja y forme una hogaza
un poco alargada. Marque la superficie con unos tijeretazos cada 3 cm y píntela con la leche.
Hornéela duran re 45 minutos. Sáquela del horno y distribuya entontes la cebolla reservada sobre su superficie. Reanude
la cocción otros 10-15 minutos o hasta que el pan suene hueco al golpear su base. Sáquelo y déjelo enfriar sobre una rejilla
metálica.
Nota:
Mejor consumirlo en el día. Puede recalentarse.
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